viernes, 16 de enero de 2009

Si aún estuvieras...



Si aún estuvieras
Te abrazaría mil y una veces
Si aún estuvieras
Tus ojos no dejaría de mirar
ni tus labios podría dejar de besar
Pero tu ya no estás
Tu voz poco a poco pude olvidar
Y nuestras tardes juntos quedaron atrás
Nuestro amor llegó a su final.

No vuelvas


Si tu volvieras
te explicaría lo difícil que fué olvidar
Si tu volvieras
Verías que las heridas son difíciles de cerrar
Si tu regresaras
Sabrías que las lágrimas aún no terminan de secar
Si tu volvieras
Sabrías que mi rabia ún no se va
Si tu llegaras te pediría que porfavor te vallas.

jueves, 15 de enero de 2009

*-*


Si algún día por casualidad llegaras a pensar que en tí ya no pienso más, y
que tu nombre e logrado olvidar; déjame decirte amor mío, que eso no va a pasar jamás, porque te necesito, porque necesito tus besos para poder
continuar, por que tu risa hace que todo mejore. ¿ Sabes? Yo haría de todo para que nunca más llores. A la luna por tí yo viajaría. Tesoro mío tu ya eres mi vida, jamás pienses que yo a ti te dejaría.

Cada noche *



Y ahora que me tiro sobre mi cama mirando el cielo raso, me acuerdo de ti, y a mi mente comienzan a llegar imágenes de la última vez que respiré tu aire, de la última vez que oí un " te amo" brotar de tus suaves labios, la última vez que sentí en mi cuerpo un cálido abrazo tuyo, y después de recordar las veces que contigo he compartido mi amor, me doy cuenta que otra vez comienzo a necesitarte, y me doy cuenta que ya no me basta recordarte o mirar tus fotografías... necesito verte y estar contigo otra vez. Despacio me siento sobre la cama, intentando pensar en otra cosa que no sea en cuándo volveré a verte, abro un tanto mis cortinas, e inevitablemente unas estrellas amarillas comienzan a jugar en el cielo formando tu nombre, y otra vez te recuerdo... Apenas el sueño comienza a invadirme, enciendo la radio y uno que otro tema musical remueve mis pensamientos; y en cuanto decido apagar todo, miro el celular y apareces nuevamente.

Cómo lo extraño


Y pensar en lo diferente que era mi vida hace un par de años, y no es que halla pasado algo radical que la cambiara completamente, no, pero valla que las cosas han cambiado y no sé si para bien o para mal .

Aún tengo algunos recuerdos vívidos en mi memoria, escenas de mi niñez, cosas que de alguna forma quisiera repetir, extraño esas salidas a la calle con cualquier pinta ; onda sales con lo que llevas puesto, no te importa si vas chascona o si tu buzo deportivo tiene manchas de dulces o pasta de dientes o si tus zapatillas de guerra van desabrochadadas ¿ qué importa? Feliz salías a buscar a tus amigas del barrio, a jugar a saltar la cuerda, hacer tortitas de barro, correr hacia al parque más cercano y columpiarse hasta que te duelan las manos. A veces extraño las veces que entre todas mis amigas hacíamos un tipo de "vaca" juntábamos todos los pesos que teníamos y partíamos juntas a la tienda a ver qué cosa alcanzaba para todas, ¿ Y ahora? ¿tu crees que tus amigos harían eso otra vez? Claro que si, pero si prometes que luego lo devolverás. Y entre tantas cosas que extraño de mi niñéz están los infaltables cumpleaños, con sólo la llegada de la carta de invitación pasabas nerviosa toda la semana hasta por fin estar allí, ves a cualquier niño y te pones a correr, al cabo de unas horas conoces a todos y todos son amigos , que fácil se te hacía conocer gente... ¿ Y ahora? Si no te presentan al compadre tú ni por casualidad te acercas a preguntarle si quiere jugar a algo. Son tantas las cosas que de chico te atreves hacer, en parte es eso lo que extraño, esa clase de inocencia que te acompaña durante un tiempo, es esa desinhibición que te permite hacer lo que se te antoje, esa clase de mente que te hace soñar e imaginar cosas de otro mundo. Esa misma mente que unas décadas más tarde no te deja más que pensar en preocupaciones, responsabilidades, quehaceres, esa misma mente que sólo 10 años más tarde te hace cuestionarte el cómo te ven los demás, el qué pensarán de ti, el cómo debes portarte. Pero en fin, quizás no todo sea tan malo, no me quejaré mal no la paso, pero no puedo negar que la mejor época de la vida es la niñez.

Sé que es difícil quererme

Color del texto

Las cosas como están.


Y ahora que te miro tengo miedo, es estúpido, lo sé. Sé cuanto soñé con este momento , pero algo dentro de mí vuelve a brotar en cuando fijas tus pupilas en las mías... Miedo. Te extrañe de una manera inexplicable, tus palabras, tu risa, tu olor, tus abrazos, pero ahora que haz vuelto vuelve también hacia mí el sentumiento de culpa, de pena por las cosas que te hize, las mentiras que te hice creer, los errores que hasta hoy estoy pagando . Te quiero y sé que verme te hace mal, no quiero que las cosas se confundan, eres mi amigo, y siempre lo serás... Me enseñaste que el mundo no es del color que yo lo pintaba, me enseñaste que atrás del límite siempre hay más, que la confianza es más que guardar secretos, que debajo de cada apariencia una persona real se esconde, que la vida da muchas vueltas , que no vale sufrir tanto tiempo por algo que ya no tendrá remedio. Me enseñaste que hay pesonas que tienen el valor de soñar y contar sus sueños, y por sobretodo, me enseñaste lo que es el amor . Gracias por todo lo que haz dejado en mi, quizás es tiempo de dejar las cosas como están, y quedarse con el recuerdo de lo que algún día fué.

martes, 13 de enero de 2009

Fly away

El título de una canción que me llega cada vez que la escucho. Ojalá uno pudiera tener guardado en el closet un par de bellas y largas alas plegables, las cuales con un par de ajustes estén capacitadas para llevarte lejos de todo, del movimiento, del ruido, de la gente, de los olores. Lejos de eso que todos necesitamos alguna vez evadir... Alas de colores, alas que te hagan sentir que no necesitas nada más que tenerlas puestas...

lunes, 12 de enero de 2009

Soñé que regresabas


Esa noche noché que regresabas, que volvías a mí. De alguna manera un tanto extraña acercaste tus débiles piernas hasta el portón de mi casa, y yo mientras observaba casi sin poder respirar a través de la ventana. Casi temblando y sin saber que hacer te acercaste un poco más a mi puerta, pensando en qué hacer o quizás en qué decir. Y entonces con lo que aún me queda de valor abrí mi puerta y me asomé y al fin pude volver a ver esos verdes critales que dan hacia tu alma, un tanto húmedos desde los cuales segundos después una lágrima brotaba por tu blanco rostro... Y en ese momento el tiempo se paró, la radio en mi habitación dejó de sonar, los automóviles dejaron de avanzar, los pájarons volvieron a su nidal. Todo estaba congelado, nada podía volver a interrumpirnos; y con una fuerza casi magnética nustros cuerpos se unieron involuntaria pero voluntariamente. Y sentí que todo el tiempo que te había esperado valió la pena, que las noches de insomio mirando las estrellas a través de la ventana de mi habitación ahora eran recompenzadas, que las lágrimas derramadas en mi almohada no fueron en vano... Y permanecimos así, mucho rato, mucho rato, hasta que desperté del mágico sueño y recordé que aún no sé nada de ti...