creí

No hace mucho tiempo que a tu lado no me encuentro,
y no necesito mucho más para darme cuenta
de que sin ti ya no hay más.
No encuentro distracción alguna,
mi risa rié ya por necesidad,
sonríe escondiendo el llanto y mi debilidad.
Vivía creyendo que lo nuestro no tenía fin,
creyendo que lo nuestro era un amor eterno.
Todo eso hoy se traduce a un frío adios,
a una mirada de compasión,
una mirada que derrite mi ilusión,
apretando mis pulmones,
opacando mis latidos.
Lo que pensé que existía, resultó no ser más que una fantasía.
Una bella historia en la que nos creí enamorados,
una burbuja que hoy se ha reventado

porque ya no quieres estar a mi lado.

Vacío

No sé dónde estás,
Si a alguien haz conocido o si sólo vas,
No sé si me recuerdas,
A las cosas que vivimos o dijimos tiempo atrás.
No sé si me necesitas,
no sé si de mi no quieres saber más.

Yo sigo acá, en la misma ciudad,
Donde nadie como tú he podido encontrar,
Sigo acá, con un corazón que no quiere olvidar
Dónde todavía queda una espacio vacío
que nadie más que tú podrá llenar.

Como una rosa

Nuestro amor fué como la rosa que me diste y se secó.
Tan bello, tan puro y lleno de vida todo comenzó,
y mientras más cerca estuve de ti,
más profundo la espina se clavó.
Y a pesar del dolor, aprendí a amarte.
Y a pesar de las heridas,
tus espinas nunca quice arrancarte.
Pasó así el tiempo, y a pesar del agua,
la rosa comenzó a marchitarse,
y nos dedicamos a buscar al culpable...
y mientras discutimos la vida a la rosa dejó.
Y fué aquel día en que nuestro amor murió.

Ya no quiero que me mires así, tus ojos, pequeños universos quieren penetrar en los míos.
Y es eso lo que no quiero. No veas todo el miedo que se esconden en ellos.
Cuando me miras, la verguenza y la angustia se sobreponen a mí, y de pronto son las lágrimas quienes desesperadamente buscan salir.
Ya no sé de qué modo ocultar esta rara sensación, es algo de lo que ya no tengo ningún control, quizás no veo el modo de decir, que mi corazón ya no late por ti como lo hacía antes.