jueves, 22 de abril de 2010

Como una rosa


Nuestro amor fué como la rosa que me diste y se secó.
Tan bello, tan puro y lleno de vida todo comenzó,
y mientras más cerca estuve de ti,
más profundo la espina se clavó.
Y a pesar del dolor, aprendí a amarte.
Y a pesar de las heridas,
tus espinas nunca quice arrancarte.
Pasó así el tiempo, y a pesar del agua,
la rosa comenzó a marchitarse,
y nos dedicamos a buscar al culpable...
y mientras discutimos la vida a la rosa dejó.
Y fué aquel día en que nuestro amor murió.

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