No, no te tengo. No eres ni la sombra de lo que en el algún momento fuiste para mí. Ese ángel, ese ser que todo podía mejorar con un abrazo se esfumó... o quizás se hundió junto con lo que fué nuestro amor... Y allá, los dos juntos descanzan en el fondo del mar. Inmóviles, helados, con un brillo cada minuto más tenue, cada minuto menos visible , permaneces ahí, bajo olas y tormenta. Esperan ahí, quizás sólo a estar juntos para siempre, o para ser rescatados una vez que el sol suba a lo alto, y las nubes se alejen lo suficiente.
(U) no sabes como me hieren tus palabras u.u
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