martes, 22 de septiembre de 2009

Here I am


Aquí estoy, y aquí estaré por si decides volver.
Yo mis puertas te abriré...
Tu error lo enterré en el ayer,
Sufrí, pero te perdoné;
el tiempo supo cerrar esa herida cruel.
Y aquí estoy, y aquí me quedaré.

Esa mirada desconocida

Aprecio tanto el don de la vista... Permite a uno sentir tantas cosas.

Yo amo por ejemplo, esas conexiones fugaces entre dos personas que no se conocen, una "microrrelación" que nace justamente con una simple mirada.

Sucede a veces, por ejemplo, cuando llegas a algún recinto público, y tímida o audaz mente ( depende de tu personalidad) lo recorres con tus ojos, y entre tantos, lo ves. Y sientes el clic de inmediato. Por supuesto no irás a saludarlo, pero mientras haces lo tuyo te cuesta evitar buscar su mirada, y lo observas haciendo lo que hace, o lo sorprendes mirándote... Quizás te cohibes y apartas la mirada, y de este modo transcurre el tiempo, hasta que uno debe marcharse. Buscas tu abrigo, caminas hacia la puerta de salida, y antes de cruzarla le diriges una última mirada, y él, está allí, despidiéndose con esa mirada que lo dice todo, que confieza que te ha estado observando, que quizo acercarse, una mirada con una pizca de melancolía, esa mirada que en su idioma dice adios, esa mirada que sabe que quizás no vuelva a toparse con la tuya...